Muchas personas se preguntan si hay una edad para acudir al Psicólogo. Pues bien, no hay una edad determinada para acudir a un Psicólogo, todo depende de las necesidades individuales. Los niños pequeños pueden necesitar de la intervención de un profesional de la psicología, ya que en estas edades es posible que se presenten diversos problemas, que cogidos a tiempo, tienen solución. Por ej: Pesadillas,Terrores nocturnos, Ansiedad de separación, Fobias, Hiperactividad, Fracaso escolar, etc. En otras ocasiones, aunque no se puedan curar, si se puede ayudar a que el problema se lleve de la mejor manera posible, con el objetivo de que tanto el menor, como sus padres, tengan una mejor calidad de vida, enseñándoles como responder a las necesidades de su hijo. Cuando llegamos a la adolescencia, el cambio hormonal que sufre el organismo puede repercutir en el comportamiento hacia los demás, e incluso hacia nosotros mismos como cambios de actitud, pensamientos irracionales y/o alteraciones del carácter, que nos pueden llevar a buscar soluciones equivocadas o a fijarnos en modelos inadecuados. Así, trastornos de la alimentación (Anorexia, Bulimia), fracaso escolar, alteraciones del sueño, dependencia de sustancias (alcohol,drogas,etc.), pueden implantarse en esta etapa y, si esto sucede, cuanto antes nos pongamos en manos de un especialista mejor, pues evitaremos que se vuelvan irreversibles. Un escalón más en nuestra vida es cuando alcanzamos la madurez. Esta etapa coincide con la incorporación al trabajo, y la formación de una familia. Las prisas, el estrés, la ansiedad, etc., pueden aparecer en nuestro modelo de vida, y su implantación nos lleva a estar incómodos, y a incomodar a los que tenemos cerca. Buscamos la forma de que nos escuchen, pero esto no siempre se consigue y entonces nos escondemos en nosotros mismos sin encontrar solución, o al menos eso pensamos, porque si acudimos a un terapeuta, este nos guiará por el buen camino, con Terapias y Técnicas adecuadas a nuestro caso particular. En la última etapa de la vida, cuando no hacemos mayores, las circunstancias cambian, llega el momento de la jubilación, en ocasiones de la despedida de seres queridos. También nuestro cuerpo sufre trasformaciones: menopausia, alteraciones del sueño, enfermedades propias de la vejez. Pues también a esta edad, si lo necesitamos, debemos ponernos en manos de un profesional, para que nos ayude a superar todas nuestras dudas, y nos aconseje sobre como ser más felices.

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