Fue en el siglo XIX que la colonia francesa de Puebla solicitó un lote en el cementerio municipal para erigir una cripta en donde se resguardaran los resto de sus compatriotas y de soldados mexicanos que lucharon en la batalla del 5 de mayo de 1862 y en la toma de Puebla de 1863.
Ahí se levantaría un monumento que honrara dichas batallas y que a su vez conmemoraran la conciliación de ambos pueblos. Es así como en co-autoria del escultor Macel Debois y el arquitecto Morin realizaron el monumento a la Paz Franco-Mexicana, en donde cuenta la leyenda el soldado mexicano es el mismo Porfirio Díaz Mori. |